EcoMetróPolis

Andalucía es una de las zonas del mundo más afectadas por el cambio climático. El Desierto del Sáhara está cruzando el Estrecho de Gibraltar y Almería tiene un mar de plástico visible desde el espacio. En este contexto, el Área Metropolitana de Sevilla se ha configurado como una “isla de calor” donde se sufren especialmente las altas temperaturas, debido a un déficit importante en la gestión del agua de lluvia y la vegetación urbana. La mayor parte del espacio metropolitano urbanizado está dedicado a los coches. El consumo de fruta y hortalizas depende en gran medida de la importación de la agricultura intensiva. Además, nuestra gran zona metropolitana sufre otros procesos de degradación ambiental, como altos niveles de contaminación atmosférica y acústica, contaminación del Río Guadalquivir por metales procedentes de la Mina Cobre Las Cruces, impactos graves en el ecosistema urbano, gestión deficiente del agua que cae torrencialmente y de los residuos sólidos urbanos, apagones recurrentes en los barrios de menor renta, altos niveles de desigualdad socioeconómica o nuevas enfermedades emergentes por efecto del cambio global… Esta situación podría seguir empeorando si no conservamos espacios naturales de alto valor ecológico como la Dehesa de Tablada, la Isla de Tercia, el Cortijo del Cuarto y las Lagunas del Este de Sevilla, si perdemos el enorme potencial ambiental de nuestros cursos fluviales, conservando y regenerando los cauces de los ríos Guadalquivir, Guadaira, Pudio o de los arroyos periurbanos Ranillas y Tamarguillo. La gestión deficiente de las administraciones públicas metropolitanas está acabando con numerosos servicios ecosistémicos de regulación, abastecimiento y culturales que mejoran nuestra calidad de vida. Además, una parte importante de la población cuenta con un nivel bajo de conciencia ecológica y no hay planes robustos de educación ambiental. En este contexto, la salud física y mental de los habitantes del área metropolitana de Sevilla está sufriendo gravemente el efecto del calor, la contaminación atmosférica, el ruido, la poca accesibilidad y disponibilidad de espacios libres cercanos, saludables y seguros, especialmente para las personas más vulnerables.

Nos encontramos frente a una encrucijada. Estamos eligiendo entre un modelo de “metrópolis burbuja”, con desigualdades sociales cada vez mayores, en la que quienes pueden pagárselo tratarán de sobrevivir a la crisis ecológica encerrándose en frágiles espacios altamente entrópicos, mientras que quienes no puedan estarán condenadas a la exclusión socioambiental; y un modelo de área metropolitana en forma de una gran red de ecobarrios, en la que la organización agroecológica, local y autosuficiente de la ciudadanía puede tejer redes de apoyo mutuo estrechamente relacionadas con la naturaleza, consciente de su inter- y ecodependencia.

Pensando globalmente y actuando localmente, las entidades que integramos la iniciativa EcoMetroPolis venimos impulsando con nuestro esfuerzo desde hace tiempo, día a día, un área metropolitana saludable y socialmente justa, en la que espacios de valor ecológico nos ofrecen una gran variedad de servicios ecosistémicos, al tiempo que son hábitats para la biodiversidad en equilibrio, donde las numerosas especies de microorganismos del suelo, flora y fauna se autorregulan y nos abastecen. Sin embargo, nuestros esfuerzos chocan, habitualmente, con la gestión de las administraciones públicas que, por ejemplo, mediante talas abusivas y podas fuera de temporada, dañan la vegetación, provocando enfermedades y caídas de árboles; arrinconan y diseñan de forma deficiente la infraestructura verde urbana; anteponen el gasto de combustible fósil y la movilidad de coches, al movimiento de personas; deterioran la red de carril bici o no priorizan el transporte público frente al privado y motorizado; autorizan vertidos tóxicos al Guadalquivir; proyectan destruir espacios participativos claves que mejoran nuestra calidad de vida como el Pulmón Verde, situado entre las calles Arrayán y Divina Pastora, los espacios libres y zonas verdes aledañas a la Estación de Santa Justa o los espacios libres próximos a los grandes estadios; o planean edificar sobre áreas ecológicas que garantizan nuestra seguridad frente a riadas, como la gran superficie de Tablada o zonas verdes del Cortijo del Cuarto y la Laguna de El Sapo en el Distrito Este. El proyecto de creación de un gran Anillo Verde y Azul para el área metropolitana de Sevilla sigue en el cajón de las administraciones responsables, bloqueando la propuesta de creación de una gran red de espacios libres bien conectados y articulados a través de los recursos territoriales de valor ambiental con los que cuenta nuestra metrópolis. Esta nefasta gestión, en la que domina la especulación de unos pocos frente al interés común, lleva a que gran parte de nuestros esfuerzos sean defensivos, para conservar lo que tenemos, en lugar de poder centrarnos en mejorarlo.

En este contexto, nos estamos organizando en la Red EcoMetroPolis para demostrar que la solidaridad nos permite unir fuerzas entre los diferentes colectivos que impulsamos un área metropolitana saludable y justa, social y ambientalmente, donde haya también espacio para la soberanía alimentaria y la autosuficiencia energética. Un área metropolitana multicultural, verde-azul y diversa eco-socialmente, capaz de generar sinergias a distintos niveles y dar visibilidad a las consecuencias que tiene para nuestra salud la lucha diaria. Un área metropolitana articulada y conectada mediante huertas sociales, bosques comestibles y corredores ecológicos, como un gran Anillo Verde-Azul diseñado por y para las vecinas y vecinos donde las personas seamos agentes protagonistas y no eternas víctimas de las decisiones administrativas. Desde esta red diversa de apoyo mutuo llamamos a la solidaridad de toda la gente del Área Metropolitana de Sevilla a sumarse para ser más resistentes y resilientes frente a una crisis ecológica global que ya nos está afectando de muchas maneras. Para ser agentes de cambio y no víctimas de la falta de previsión, estamos impulsando ecotopías que mejoran nuestras vidas, las de nuestras mayores, niñas y niños, sobrinas y nietas para que la vida merezca la pena… porque una gota no hace mar pero juntas somos mareas ¡Te esperamos! ¡Te necesitamos a este lado!

Acción en Red - Jóvenes por la Justicia Climática.

Amigos de la Cornisa Este (ACE)

Área ecología urbana de la Federación de Entidades Vecinales de Sevilla (FEVES)

Asamblea de Amig@s del Huerto del Rey Moro, La Noria.

Asociación de Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA)

Asociación en Defensa del Territorio del Aljarafe (ADTA)

Asociación Montequinto Ecológico (AME)

Cambio EcoSocial

Colectivo artístico “Doñana en Sevilla”

Colegio Arboleda

Coordinadora Cívica Ciudadana "La Fea"

Ecologistas en Acción

Ecourbe

Espacio Verde Cortijo del Cuarto (EVCC)

Estudiantado Escuela de Arquitectura

Extintion Rebellion

Fridays For Future

Greenpeace Sevilla

Grupo de Cajas-Nido de Sevilla

Iberozoa Sevilla

Jalea Luz Comunidad Energética de Energías Renovables - San Jerónimo

La Revuelta

Las Portadas “Dos Hermanas”

No a la torre de Santa Justa

Parque Vivo del Guadaíra

Plataforma Anillo Verde y Azul

Pulmón Verde Arrayán

Red Sevilla por el Clima

Salvemos el Anillo Verde del Este (SAVE!)

Salvemos el Guadalquivir - S.O.S. Guadalquivir

Sevilla se muere

Torreblanca Verde / Torrenatura

Utrera por el Clima

WWF Sevilla

Reverdes Macarena

Extinction Rebellion Sevilla

A Contramano